lunes, 5 de marzo de 2012

MIKIS THEODORAKIS FUE REPRIMIDO A LOS 87 AÑOS. SU CARTA AL MUNDO

El domingo 12 de febrero de 2012, Mikis Theodorakis hizo este llamamiento durante la gran manifestación que tuvo lugar en la Plaza Sintagma de Atenas en paralelo al debate parlamentario sobre la adopción de un nuevo Memorándum impuesto a Grecia por la troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo y FMI). Cuando los ancianos Mikis Theodorakis (de 87 años) y Manolis Glezos (de 90) pidieron permiso a la policía antidisturbios para poder dirigirse a la multituddesde las escaleras del Parlamento, la única respuesta que obtuvieronfue una ráfaga de gas lacrimógeno que más bien pareció un intento de asesinato.

LA VERDAD SOBRE GRECIA
"Existe una conspiración internacional cuyo objetivo es darle a mi país
el golpe de gracia. El asalto se inició en 1975 contra la cultura
griega moderna; luego continuó con la descomposición de nuestra
historia reciente y nuestra identidad nacional y, ahora, trata de
exterminarnos físicamente con el desempleo, el hambre y la miseria. Si los griegos no se sublevan para detenerlos, el riesgo de extinción de
Grecia es real. Podría ocurrir en los próximos diez años. Lo único que
sobreviviría a nuestro país sería el recuerdo de nuestra civilización
y de nuestras luchas por la libertad.
Hasta 2009, la situación económica en Grecia no era muy grave. Las
grandes heridas de nuestra economía fueron el excesivo gasto militar y la corrupción de una parte del mundo político, financiero y de los
medios. Pero también son responsables algunos países extranjeros,
entre ellos Alemania, Francia, Inglaterra y USA, que ganaron miles de
millones de euros a costa de nuestra riqueza nacional vendiéndonos año tras año equipamiento militar. Esta hemorragia constante nos impidió avanzar mientras que enriquecía a otros países. Lo mismo se podría decir en lo que respecta al problema de la corrupción. Por ejemplo, la
empresa alemana Siemens tenía una agencia especial dedicada a
corromper a los griegos con el fin de que éstos diesen preferencia a
sus productos en nuestro mercado. Así, hemos sido víctimas de este dúo
de depredadores, alemanes y griegos, que se enriquecieron a costa del
país.
Es obvio que estas dos grandes heridas podrían haberse evitado si los
líderes de ambos partidos políticos proyanquis no se hubiesen dejado
corromper. Esa riqueza, producto del trabajo del pueblo griego, se
drenó hacia países extranjeros y los políticos trataron de compensar
las pérdidas mediante préstamos excesivos que dieron lugar a una deuda
de 300.000 millones de euros, un 130% del Producto Nacional Bruto.
Con una estafa así, los extranjeros ganaban por partida doble: en
primer lugar mediante la venta de armas y de sus productos y, en
segundo, con los intereses sobre el capital que le prestaban al
gobierno, no al pueblo griego que, como hemos visto, fue la principal
víctima en ambos casos. Un solo ejemplo bastará para demostrarlo: en
1986, el gobierno de Andreas Papandreu pidió prestados 1.000 millones
de dólares a un banco de un gran país europeo. Los intereses de ese
préstamo terminaron de pagarse en 2010 y ascendieron a ¡54.000
millones de euros!
El año pasado, el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker,
declaró que era consciente de la masiva fuga de capital que tenía
lugar en Grecia a causa del alto costo del material militar, comprado
principalmente a Alemania y Francia. Añadió que había llegado a la
conclusión de que los fabricantes de armas nos estaban llevando a un
desastre seguro. Sin embargo, confesó que no hizo nada para
contrarrestarlo? ¡para no perjudicar los intereses de países amigos!
En 2008, la gran crisis económica llegó a Europa. La economía griega
no se ha librado de ella. Sin embargo, el nivel de vida, que hasta
entonces había sido bastante alto (Grecia estaba clasificada entre los
30 países más ricos del mundo), prácticamente no ha cambiado, a pesar
del aumento de la deuda pública. La deuda pública no se traduce
necesariamente en una crisis económica. Se estima que la deuda de
países importantes como USA y Alemania es de miles de millones de
euros. Los factores determinantes son el crecimiento económico y la
producción. Si ambos son positivos, es posible obtener préstamos
bancarios a un interés inferior al 5%, hasta que pase la crisis.
En noviembre de 2009, cuando George Papandreu llegó al poder,
estábamos exactamente en esa posición. Para entender el efecto de su
desastrosa política, mencionaré únicamente dos porcentajes: en 2009 el
PASOK de Papandreu obtuvo el 44% de los votos. Ahora, las encuestas no
le dan más del 6%.Papandreu habría podido enfrentarse a la crisis económica (que era un
reflejo de la de Europa) con préstamos bancarios al interés habitual,
es decir, por debajo del 5%. Si lo hubiera hecho, nuestro país no
habría tenido problemas. Como estábamos en una fase de crecimiento
económico, nuestro nivel de vida habría mejorado.
Pero en el verano de 2009, cuando Papandreu se reunió en secreto con
Strauss-Kahn para poner a Grecia bajo la tutela del FMI, ya había
iniciado su conspiración contra el pueblo griego. Fue el exdirector
del FMI quien hizo esta revelación.
Para lograrlo, fue necesario falsificar la situación económica de
nuestro país con el fin de que los bancos extranjeros se asustasen y
aumentasen hasta niveles prohibitivos las tasas de interés que exigían
por los préstamos. Aquella costosa operación se inició con el
incremento artificial del déficit público, desde el 12% al 15% para el
año 2009 [Andrés Georgiu, Presidente de la Junta Directiva del
Instituto Nacional de Estadística, ELSTAT, decidió súbitamente en
2009, sin el consentimiento de su Junta Directiva, incluir en el
cálculo del déficit a algunas organizaciones y empresas que nunca
antes se habían tenido en cuenta en ningún otro país europeo, con la
excepción de Noruega, y ello con el objetivo de que el déficit de
Grecia sobrepasara al de Irlanda (el 14%), para convertir a nuestro
país en el eslabón débil de Europa, NdT]. Debido a este aumento
artificial del déficit, el fiscal del Estado, Grigoris Peponis, ha
encausado hace veinte días a Papandreu y a Papakonstantinu (su
exministro de Hacienda).
A continuación, Papandreu y su ministro de Hacienda iniciaron una
campaña de descrédito que duró cinco meses, durante los cuales
trataron de persuadir a los extranjeros de que Grecia, al igual que el
Titanic, se estaba hundiendo y de que los griegos son corruptos,
perezosos e incapaces de hacer frente a las necesidades del país. Las
tasas de interés subían después de cada una de sus declaraciones y
todo eso contribuyó a que Grecia dejase de poder contraer préstamos y
nuestra adhesión a los dictados del FMI y del Banco Central Europeo se
convirtiese en una operación de rescate que, en realidad, es el
principio de nuestro fin.
En mayo de 2010, el ministro de Finanzas firmó el Memorándum, es
decir, la sumisión de Grecia a nuestros prestamistas. Según la ley
griega, la adopción de un acuerdo como éste debe presentarse al
Parlamento y necesita la aprobación de las tres quintas partes de los
diputados. Eso significa que tanto el memorándum como la troika que
nos gobierna son ilegales, no sólo desde el punto de vista de la
legislación griega, sino también de la europea.
Desde entonces, si considerásemos que nuestro viaje hacia la muerte es
una escalera de veinte peldaños, ya hemos recorrido más de la mitad
del camino. El Memorándum regala a los extranjeros nuestra
independencia nacional y la propiedad de la nación, es decir, nuestros
puertos, aeropuertos, carreteras, electricidad, agua, todos los
recursos naturales (subterráneos y submarinos), etc. A éstos hay que
añadir nuestros monumentos históricos, como la Acrópolis, Delfos,
Olimpia, Epidauro y otros, ya que hemos decidido no hacer valer
nuestros derechos.
La producción ha disminuido, la tasa de desempleo ha aumentado hasta
el 18%, 800.000 negocios, miles de fábricas y cientos de artesanos han
cerrado. Un total de 432.000 empresas han quebrado. Decenas de miles
de científicos jóvenes están abandonando nuestro país, que se hunde
cada vez más en las tinieblas de la Edad Media. Millares de personas
que tenían una buena posición hasta hace poco, ahora buscan comida en
los contenedores de basura y duermen en las aceras.
Mientras tanto, se supone que debemos vivir gracias a la generosidad
de nuestros prestamistas, los bancos europeos y el FMI. De hecho, todo
el paquete de decenas de miles de millones de euros que llega a Grecia
regresa luego a nuestros acreedores, mientras que nosotros nos
endeudamos cada vez más a causa de unas tasas de interés
insoportables. Y como es necesario mantener la función del Estado, los
hospitales y las escuelas, la troika impone impuestos exorbitantes a
la clase media baja de nuestra sociedad, que llevan directamente a la
hambruna. La última vez que tuvimos una situación de hambruna
generalizada en nuestro país fue al principio de la ocupación alemana
en 1941, con casi 300.000 muertos en sólo seis meses. Hoy, el espectro
del hambre vuelve a nuestro infortunado y calumniado país.
Si la ocupación alemana nos costó a los griegos un millón de muertes y
la destrucción total de nuestro país, ¿cómo podemos aceptar las
amenazas de Merkel y la intención alemana de imponernos un nuevo
Gauleiter, que esta vez llevará corbata?
La ocupación alemana, desde 1941 hasta octubre de 1944, demostró hasta
qué punto Grecia es un país rico y hasta qué punto los griegos son
trabajadores y tienen conciencia de su compromiso con la libertad y el
amor por su patria.
Cuando las SS y la hambruna mataron a un millón de personas y la
Wehrmacht destruyó nuestro país, confiscó toda la producción agrícola
y el oro de los bancos, los griegos fueron capaces de sobrevivir por
medio del Movimiento de Solidaridad Nacional y de un ejército de
100.000 guerrilleros, que inmovilizaron 20 divisiones alemanas en
nuestro país.
Al mismo tiempo, los griegos no sólo sobrevivieron gracias a su
diligencia en el trabajo, sino también, bajo las duras condiciones de
la ocupación, gracias al gran desarrollo del arte griego moderno,
especialmente en los campos de la literatura y de la música.
Grecia eligió el camino del sacrificio por la libertad y la
supervivencia al mismo tiempo.
Fuimos atacados, respondimos con la solidaridad y la resistencia y
sobrevivimos. Ahora hacemos exactamente lo mismo, con la certeza de
que el pueblo griego, con el tiempo, vencerá. Este mensaje está
dirigido a Merkel y a su ministro alemán de Finanzas, Wolfgang
Schäuble, y hace hincapié en que yo sigo siendo un amigo del pueblo
alemán y un gran admirador de su contribución a la ciencia, a la
filosofía, al arte y, en particular, a la música. La mejor prueba de
ello es que he confiado toda mi obra musical en dos editoriales
alemanas, Breitkopf y Schott, que están entre las mayores editoriales
del mundo, y mis relaciones con ellas son muy cordiales.
Hoy nos amenazan con echarnos de Europa. Si ellos no nos quieren una
vez, nosotros no querremos diez veces formar parte de la Europa de
Merkel y Sarkozy.
Hoy, domingo 12 de febrero, Manolis Glezos ?el héroe que arrancó la
cruz gamada de la Acrópolis y con ello dio la señal que marcó el
comienzo no sólo de la resistencia griega, sino también la resistencia
europea contra Hitler? y yo vamos a participar en una manifestación en
Atenas. Nuestras calles y plazas se llenarán de cientos de miles de
griegos que expresan su ira contra el gobierno y la troika.
Ayer escuché a nuestro primer ministro-banquero cuando, dirigiéndose
al pueblo, dijo que ya casi hemos tocado fondo. Pero ¿quién nos ha
llevado a ese fondo en sólo dos años? Son los mismos que, en vez de
estar en la cárcel, amenazan a los diputados con votar un nuevo
Memorándum peor que el anterior. ¿Por qué? Porque eso es lo que el FMI
y el Eurogrupo nos obligan a hacer con amenazas: si no obedecemos,
será la quiebra... Es una situación totalmente absurda. Grupos griegos
y extranjeros que nos odian y que son los únicos responsable de la
situación en que está nuestro país, nos amenazan y nos chantajean para
seguir destruyéndonos hasta nuestra extinción definitiva.
Durante siglos hemos sobrevivido en condiciones muy difíciles. Y no
sólo sobreviviremos ahora, sino que resucitaremos si nos llevasen por
la fuerza hasta el penúltimo peldaño de la escalera que conduce a la
muerte.
En estos momentos dedico todas mis fuerzas a unir a los griegos. Trato
de convencerlos de que la troika y el FMI no son una calle de sentido
único. Hay otra solución: cambiemos la orientación de nuestra nación.
Pactemos con Rusia una cooperación económica que nos ayude a poner en
valor la riqueza de nuestro país en condiciones favorables para
nuestros intereses nacionales.
Propongo que dejemos de comprar equipamiento militar alemán y francés.
Hagamos todo lo posible para que Alemania nos pague las reparaciones
de guerra que nos adeuda, que con los intereses acumulados se elevan a
500.000 millones de euros.
La única fuerza capaz de hacer estos cambios revolucionarios es el
pueblo griego en un frente unido de Resistencia y Solidaridad que
expulse del país a la troika (FMI y bancos europeos). Al mismo tiempo,
declaremos nulos y sin efecto todos sus actos ilegales, préstamos,
deudas, intereses, impuestos y compras de bienes públicos). Por
supuesto, sus socios griegos, que nuestro pueblo ya ha condenado como
traidores, recibirán el castigo que se merecen.
Vivo totalmente centrado en este objetivo (la unión del pueblo en un
Frente) y estoy seguro de que lo vamos a lograr. Luché con las armas
en la mano contra la ocupación nazi. Conocí los calabozos de la
Gestapo. Fui condenado a muerte por los alemanes y sobreviví
milagrosamente. En 1967, fundé el Frente Patriótico (Patriotikò
Mètopo, PMA), la primera organización de resistencia contra la junta
militar. He luchado en la clandestinidad. Fui detenido y encarcelado
en el ?matadero? de la policía de la Junta. Pero sigo aquí.
Tengo 87 años y es muy probable que el día de la salvación de mi
querida patria no esté entre vosotros. Pero voy a morir con la
conciencia tranquila, porque cumpliré hasta el final con mi deber para
con los ideales de libertad y derecho."